Hoy no voy a escribir de algo que te pueda gustar, hoy más bien mi post te va a incomodar, incluso a molestar. Hoy no voy a ser benevolente contigo ni conmigo, hoy no me compadezco ni de ti ni de mí, hoy me pregunto ¿cuándo? Cuándo vas a moverte sin esperar a que antes algo cambie fuera, sin esperar a que alguien te empuje. Cuándo vas a dejar de compadecerte de ti mismo. Sí, es hora de empezar, es hora de que busques quién eres, qué quieres de verdad, con qué quieres continuar, a dónde quieres ir, qué quieres hacer, dónde quieres estar. Y no, no me valen las excusas, no me vale que me digas que no puedes, que no es el momento o que no tienes tiempo, porque sé que puedes. Porque eres inteligente, porque te gusta aprender, porque quieres sentirte bien, porque no quieres depender de los demás, porque te amas y porque amas la vida. Y porque te amas quieres dejar el sufrimiento a un lado. Y porque te amas quieres coger el tren de tu vida y subirte en él y disfrutar del viaje.
Y sí, sí sabes quién eres, sí sabes qué quieres, sí sabes lo que tienes que hacer, sí sabes dónde quieres estar. Lo sabes aunque lo tienes escondido y tapado, pero lo puedes encontrar. Y sabes que no es cuestión de un momento, ni de unas horas, ni de unos días ni de unos años. Es simplemente cuestión ir caminando, de ir dando pasos y de seguir hacia delante. Se trata de buscar, de fallar, de acertar, se trata de moverse, de no quedarse quieto, de no conformarse. Se trata de vivir. Se trata de amarse a uno mismo. Se trata de amar a los demás. Se trata de amar la vida y vivirla todos los días. Querida lectora, querido lector, ¿cuándo? Querida lector, querido lector, confío en ti plenamente, confío en mí plenamente. Foto: sasint
María Josè says
Sde me asombra la capacidad que tienes de transmitir lo que sientes y de hacer meditar a los demás sobre ello.
Eso se llama don.
Adelaida Aliaga says
Gracias María José, no sé si será un don, pero disfruto mucho haciéndolo.