En mi última entrada (Vivo mi vida) os hacía una invitación a vivir la vida con sus alegrías, sus penas, sus miedos y a aceptar y perdonar lo que acontece en nuestras vidas. De esta parte de vivir la vida una de las cosas que más detecto que me cuesta es la paciencia. Cuando deseas algo, algo que, aunque pueda estar en tu mano, se han de dar las circunstancias para que se produzca, cuando te encuentras perdido y no sabes qué camino tomar, cuando sientes la necesidad de encontrar respuestas, de coger un camino pero ninguno de los posibles senderos que se van iluminando delante de ti te atraen tanto como para cogerlos, entonces es el momento de tener paciencia. Sólo con oír la palabra “paciencia” parece que te derrumbes más y empieza una especie de resignación al momento en que te encuentras. Me entristece de alguna forma vivir la incertidumbre con pesar. En esos momentos aunque sabes que no tienes que desistir, aunque sabes que tienes que continuar viviendo la vida tal como es, cuesta aceptar lo que ocurre o cómo ocurren las cosas. Pero si persistes, con esa paciencia nerviosa, si vas dando pasos hacia delante llega un momento en que un camino de los que se abre se ilumina de forma especial y entonces, sólo entonces, tienes claro que eso es lo que quieres y a dónde quieres ir.
Y cuando al fin ves con claridad, entonces comprendes que todo tenía que ser así, que tenías de alguna forma que pasar por esa incertidumbre. Comprendes que tenías que pasar por todo eso para ver el camino que se iluminaba de verdad y comprendes porqué la luz del resto de caminos no te atraía, no te apasionaba, no te vibraba de forma especial. Hace unos meses escribí este texto en un momento de incertidumbre y tener esa actitud de continuar caminando es la que me ha permitido encontrar el camino que quiero: “Todo era gris y oscuro y estaba envuelto en una niebla espesa que no dejaba ver el camino por el cual ella tenía que ir. Caminaba pero no veía más allá de tres pasos. Y continuó caminando, el camino era largo pero no importaba, ella sabía que tenía que seguir, que aunque decayese, aunque le flaqueasen las fuerzas tenía que continuar. Y así continuó por el camino bajo la niebla gris, hasta que un día obtuvo la respuesta, hasta que un día empezó a entender porqué había sido todo así, porqué se encontraba en ese camino y qué podía empezar a hacer y el camino empezó a iluminarse y aparecieron nuevos caminos que coger, nuevas oportunidades iluminadas. Continúa, no abandones tus sueños, continúa caminando y la vida te irá dando las respuestas que vas necesitando, te irá iluminando el camino y te dará nuevas formas de ver. Quizás donde te lleva no es donde tu esperabas, pero confía, vive tu vida día a día, en cada instante, en cada acción.” Así que, querida lectora, querido lector, sólo puedo decirte….. Continúa caminando
Amparo belles says
Otro soplo de aire fresco. Gracias, Ade por tus maravillosas reflexiones. Ya las echaba de menos..
Jordi says
Continúa Ade, no abandones tus sueños. Gracias por compartir tus experiencias
Bea says
Gracias Ade, leerte me relaja pero al mismo tiempo me llena de fuerza!
Mª José González says
Que bonito Ade , me encanta que compartas tu sabiduría interior con nosotros .
Por supuesto que nada es por casualidad, pasa lo que tiene que pasar, aunque a veces no nos guste.
Yo sigo en el camino gris…..
Carina says
Me ha resonado mucho Ade.
El camino que finalmente tienes claro que es el que hay que caminar.
?????
INMA says
Ade, es cierto que la paciencia es algo que nos cuesta asumir y más cuando queremos hacer cosas nuevas pero no sabemos por donde tirar…
Como bien dices, seguir caminando y no desesperarnos, es la mejor opción!!
Gracias por estar ahí!!
Asunción Moreno says
Ade, gracias por compartir con nosotros tus reflexiones y tus sueños para que sigamos en el camino cada día mas fuertes. Un abrazo y que tengas buen camino en tu blog.
Carmen Pérez says
Me gustan mucho tus reflexiones Adelaida. Te seguiré y así seguiré aprendiendo.
Carmen Pérez Garces says
Te haré caso y continuaré hay que tener paciencia armen .
Adelaida Aliaga says
Claro que sí, hay que continuar!